1- Lo primero que haremos será lavar las patatas bajo el grifo para quitar la tierra que puedan tener, ya que las vamos a cocinar con piel.
2- Las secamos bien y las cortamos en gajos o en bastones gruesos.
3- Una vez que las tengamos todas cortadas las ponemos sobre una bandeja de horno cubierta con papel de hornear y las distribuimos un poco para que no queden muy amontonadas.
4- Sazonamos al gusto con sal, pimienta negra recién molida y con las hierbas provenzales.
Si no tenemos hierbas provenzales se puede hacer una mezcla casera con tomillo, orégano, albahaca, romero y estragón, que son especias que solemos tener todos en casa.
5- Una vez aderezadas al gusto regamos con un chorro de aceite y removemos todas las patatas para que queden bien impregnadas del aceite y de las hierbas provenzales.
6- Con el horno precalentando a 180 ºC metemos las patatas a media altura y horneamos durante 20 minutos o hasta que las patatas estén doraditas por fuera y blandas por dentro. Para comprobar que están echas por dentro, las pinchamos con un tenedor o un palillo.
7- Y una vez estén hechas.... ¡¡A comer!! Podemos utilizarlas como guarnición de carnes y pescados, aunque así solas también están deliciosas. Espero que os gusten.
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